No tengo alma,
soy vísceras, músculos,
huesos, nervios y tendones.
No creo en Dios,
y no creo que mi corazón
tome decisiones,
es mi cerebro,
materia gris
que en profundos pliegues
ha marcado tu nombre.
Estas reacciones químicas,
destello de hormonas,
hacen que te desee siempre
y el amor yace
sobre ese caldo de nutrientes,
ferohormonas y alcoholes,
todo cuanto vuela de ti
hacia mis receptores.
Sin embargo,
persiste la duda
de porqué te quiero.
Solo si tan solo
-
Divaga sobre mí el resonar de tus palabras
en un sinfín de peros, paras, porques
que me turban y perturban.
Me ensordece el grito que mi boca calla
para...
Hace 9 años
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