Sabia naturaleza
respiran tus ojos.
El hielo que bajo tus pies
suspiró tus patines
regala sonrisas,
reflejo de las tuyas
ante cada aplauso
del público arrancado.
El tiempo multiplica edades,
desfallece fronteras,
trofeo de tu belleza.
Cada verso
que de ti emana
es pieza del dulce rompecabezas
que es descubrirte
palmo a palmo,
lágrima a lágrima,
y alas sembrando estrellas.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
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