Mujer, te extraño desde este lado del mundo.
Las noches son la obsesión de un día que no llega,
la lentitud de las horas y el silencio la agonía de un tiempo.
Las fotos de tu mirada envuelta en brillo fuego,
imágenes que desaparecieron en nuestros últimos días.
Te recuerdo de rostro taciturno y rescato a veces una sonrisa,
de esas que marcaba el resto del día con tus labios abiertos.
Mujer, te extraño desde este rincón de luz.
Los días son los siglos que no he vivido,
los recuerdos el epitafio de algo que no alcancé a ver.
Tus manos mis manos que no abandonaron batalla alguna,
nuestros ojos que montaron de la pasión un concierto,
el inolvidable tesoro de tus palabras rescatadas en mis versos.
La vida, nuestras conversaciones que me parecen lejos y siento.
Mujer, te extraño desde este lado del corazón.
Mis latidos son el compás de una espera de olvido que desespera,
el engaño frustrante de un querer que no se aparta de mi mente.
Te tomo y lanzo al oscuro pasatiempo de una mañana nueva sin ti,
y sonrío de verte lejos, te condeno a la distancia que me condena.
El calor agota, más lo hacen estos recuerdos y tú,
este tiempo que a solas solo logro pensar en ti.
miércoles, 25 de julio de 2007
Te extraño
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