Sobre mar rojo
descansan dos luceros verdes,
me atrapan en viaje sin regreso
hacia el borde mismo
de tus labios color paraíso.
Frontera eres de mis anhelos,
único y nuevo derrotero
de mi nave bojeando tus costas.
Cierro los ojos y te veo,
como imágen estampada
en el reverso de mis pápados,
no escapas de mis sueños
ni de mis rojas ansias.
El perfil de tu mirada
arroja colores de nueva fantasía,
impulsa las horas de mis días
y en tus brazos de esperanza
respiro nueva vida seducido.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
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