Pensamiento obligado eres de la tarde una caída de sol,
mar que en su quietud me desborda palabras tuyas,
besos que en el horizonte pusieron tu nombre a la brisa.
Es tanto cuanto se siente, tanto lo que se teme,
y el mundo se resume a tu silueta en la oscuridad,
en la imaginación de encuentros pasados y futuros,
sin quererlo pasa el tiempo y los amaneceres sin ti.
Las nubes ensombrecen el firmamento de un te quiero,
todo cuanto nos acerca se vuelve contra nosotros,
y la vida nos deja un estrecho margen para estar juntos.
¿Qué noche existe sin tus caricias y besos ?
¿Cuál tiempo mejor cuando nos pertenecemos ?
El umbral de los nuevos días en la distancia
me acercan al mar y las puestas de sol eternas,
y escucho tu voz tras las nubes que descienden,
tus manos callando gemidos escapados de tus labios
cuando entre estrellas y luna eres total entrega.
martes, 31 de julio de 2007
Entrega
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