Son las ventanas de tu alma
el camino abierto a una plegaria.
Si sonriendo reverdece el césped
que bajo tus pies te saludan
el mundo no es más que jardín
a merced de tu esencia.
Solo si tan solo
-
Divaga sobre mí el resonar de tus palabras
en un sinfín de peros, paras, porques
que me turban y perturban.
Me ensordece el grito que mi boca calla
para...
Hace 9 años
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