Li, si de infinito tiempo y edades
llenamos nuestros encuentros ¿qué nos queda?
El recuerdo del último, el sabor lejano,
la amnesia de un teléfono que no recuerda tu voz.
Li, si hay algo de cierto en tus adentros
que te hizo elevarte por sobre mis cimientos ¿dónde vas?
Quédate abajo, no ato tus hilos aunque te eleve con mis versos
Li, si pintáramos tus ideas de sol ¿Cuántas lunas veremos?
El espacio que deseas te parecerá el salón inmenso
de tus planetas que segundo a segundo la órbita alejan,
los anillos de Saturno serán otra cosa del pasado.
Li, si de manos vamos ¿qué tiempo o vida viviremos?
El instante añejo de las pasiones ahora vedadas,
la vida que con esta prisión brutal del destino jamás veremos.
martes, 31 de julio de 2007
Li
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