Las metáforas intranquilas dormirán dentro de una semana... para no volver y tal vez algún día renacer cuando despierte aquello que ha quedado en lo profundo

viernes, 30 de noviembre de 2007

Mar lloroso

El mar
que sobre
mis hombros
trepó
al repasar
mis huellas
en la arena
rompió
en llanto.

martes, 27 de noviembre de 2007

Segregando olvido

El coro de tus manos en mi cuello
estrangularon aliento que soñó luna llena.
Es en el último estertor de mis visiones
que superlativa de sexo hiriente
desangraste la carótida de mis ideas,
saboreaste mi corazón aún palpitando,
mordida que fue dolor en mi cuerpo inerte.
Descuartizas toda evidencia que te acuse,
olvidando mis ojos al pie de la verja
donde retengo tu foto silente en mi retina.
Así desaparezco en la crueldad de tus recuerdos,
segregando olvido en la fosa común de los sin nombre.

viernes, 23 de noviembre de 2007

La vida después

No quiero tumba ni epitafio,
solo polvo en el aire,
diluirme en la atmósfera
de los lamentos tardíos.
Detesto ser desembocadura
de lágrimas ciertas e hipócritas,
espejismo de una noche,
anticipación de testamento.
Mariposas nocturnas
cubrirán mis faltas,
cómplices de Luna fría,
y con el Sol, resabio
de días perdidos en la memoria,
ser esa partícula que se respira,
alojarme en un pulmón
para seguir sintiendo vida.

martes, 20 de noviembre de 2007

Despojos

Mármol gris que sobre mis huesos descansa,
sombra de gárgolas que a mí acuden
cuando de luz Sirio indica ancestral camino.
Soy la vida de un después renacido,
polvoriento espectro que los pies arrastra
y el brazo, que a duras penas sostiene
los restos de mis pies cansados de roedores,
se alza solemne bajo cálida luz de luna
implorando el sueño robado de una lápida.
La turbulencia de las hojas en el asfalto
recrea historia de otras estaciones,
reloj de arena en retroceso,
luna en el lagrimal seco de las emociones.
Capto la idea rápida de un craneal eco
que suspira por las oquedades de un rostro
cansado de ser festín de las noches,
correr al polvo, a las llamas que purifiquen
alma atrapada en terrenales despojos.

No tengo alma

No tengo alma,
soy vísceras, músculos,
huesos, nervios y tendones.
No creo en Dios,
y no creo que mi corazón
tome decisiones,
es mi cerebro,
materia gris
que en profundos pliegues
ha marcado tu nombre.
Estas reacciones químicas,
destello de hormonas,
hacen que te desee siempre
y el amor yace
sobre ese caldo de nutrientes,
ferohormonas y alcoholes,
todo cuanto vuela de ti
hacia mis receptores.
Sin embargo,
persiste la duda
de porqué te quiero.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Alejado del cielo

Torcida barra en mi frente,
el placton de mis recuerdos
toca a la puerta de mis huesos
y de la médula escapa
toda sonrisa robada al tiempo.
Una tarde el cielo arrojó granizo
hacia el centro de mi pecho
y mis pies echaron raíces
sobre el débil lamento
de escupir el último verso.
El mañana es falla gramatical
en el idioma que ya no lo conoce,
todo se vuelve tan gris
como los párpados que recojo del suelo
después de tanto nevar
en los breves segundos
que alejado fui del cielo.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Conquista

Nido eres
de metáforas encendidas.
Soy el prometeo
que conquistará tu fuego,
retaré la envidia de dioses
y la complicidad del frío.
Subiré a lo alto
de tus montañas olímpicas,
asumiré las cadenas
que viajan en mi destino
y renaceré siempre
haciéndote mía
pronunciando tu nombre.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Tus colores

Sobre mar rojo
descansan dos luceros verdes,
me atrapan en viaje sin regreso
hacia el borde mismo
de tus labios color paraíso.
Frontera eres de mis anhelos,
único y nuevo derrotero
de mi nave bojeando tus costas.
Cierro los ojos y te veo,
como imágen estampada
en el reverso de mis pápados,
no escapas de mis sueños
ni de mis rojas ansias.
El perfil de tu mirada
arroja colores de nueva fantasía,
impulsa las horas de mis días
y en tus brazos de esperanza
respiro nueva vida seducido.

martes, 13 de noviembre de 2007

Musa y alas

Una musa
baila sobre patines
y florece en el hielo
con destello de sonrisas.
Las piruetas de palabras
destacan suave brisa
que son sus ojos
pétalos de mi vida.

Una musa
camina sobre mis hombros,
vuela entre mis brazos
y ama en la distancia.
Sus lágrimas
son lluvia de mis tardes
y la sonrisa
eterno paisaje de primavera.

Una musa
ha conquistado el edén,
destino de sus abrazos.
Mundo que me regala
con su verso y espejos,
libertad de alcanzar el cielo
tomado de sus alas,
me permite soñar y vuelo...

Cuenta regresiva

Hay un vacío de ti que aguarda
dentro de mis epiteliales.
El bosque que plantaste
fue leña en mi incendio,
voraz llama que arrasa
con la serenidad ilusoria
de mis últimos años.
Posar mis ojos en el mar
de olas tan verdes
como todo cuanto sé de ti,
es descansar en el vaivén
de mis sosegadas palabras,
dejar atrás la muchedumbre
y raptar tu imagen lejana.
Harto difícil es caminar
sobre la eterna esperanza
de ir manos tomados
por la feliz avenida
de nuestros sueños.
Y me entrego a mi futuro
con las ansias de nunca
en pos de construir mi vida,
te conviertes en flor ávida
de mis labios mojados
tatuando en mis brazos
la cuenta regresiva
de nuestro encuentro.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Morir y vivir juntos

Denn -- Adrian Seijas

Estoy muriendo,
mis días siguen
en una tumba
con un epitafio que reza
"Mientras vivió, fue feliz
pues existió un poeta
que la convirtió en Luna".

Luna en el cuarto menguante
de tus sentimientos.
Luna creciente
de tus alegrías.
Luna llena
del aire que respiras.
Luna nueva
tras cometa de tus ojos.
Luna que va muriendo de a poco,
sucumbiendo ante tu vida,
que me llena, me cautiva,
me mata y me resucita.

Luna que te devuelve vida,
con cada verso, cada risa.
Estalla en luces y sombras,
dispersa vive, dispersa late,
prisionera en cadenas de besos
grilletes de flores.
Y arde... y espera
la palabra del caballero
que bañe su vida con fresas,
que la haga dueña del sol
y cautiva de su nobleza,
que la abrace con su alma
y la vuelva primavera.

Estación que no sabe
del amor pereza.
Epitafio tranquilo
de las noches con Sol
y nubes despiertas,
anhelo de tu alma
del edén fruta fresca,
abrazo que navega en ti
mar de pecho abierto,
corazón de las mareas.
Y de ellas soy náufrago,
que me arrastran y me llevan,
me devuelven, me dan vueltas,
me arrullan entre tus letras.

Voy despacio, muriendo
con esta muerte tan lenta
destilando dulce savia
suspiro de tus estrofas.
La bandera a media asta,
capitular ante tu sombra,
estrofa de incógnita belleza,
y el delta de tus manos
es llanura azul
donde mis dedos reposan.
Hasta que vuelvo
y me hago espejo de aquél
deseando sólo su abrazo
entre estrellitas de miel.

Reflejo de gotas
de párpado abierto,
panal caricias soñadoras,
constelación centro del universo,
estrella fugas de los abrazos.
Alzas el vuelo hacia
mundo nuevo
gobernado por tus miradas.
Escapa del cuerpo el aire vital
que en suave brisa
recita tus distantes vocablos.
Y una cascada de metáforas
nace en ti, cual ave fénix
que resurge de sus cenizas.
y vuela...y siente... y vibra...
con cada letra esculpida sobre mi pantalla.
¿Qué tan feliz me hace tu presencia?
Se está llevando mi alma hacia tu alma.

Los días son los segundos
en que miras al cielo
esperando lluvia tierna
de mis lejanas metáforas.
Eterno verano de playas
de aguas verdes soñadoras,
y se detiene el tiempo
con los deseos
del abrazo desconocido
y alas que unan
nuestros mundos.
Cada centímetro
entre las fronteras
se desplaza raudo
hacia el espacio virtual
de una cuarta dimensión
donde los versos
nos acercan.
Tan peligrosamente
que me hacen soñar temprano
y yo pueda encontrar mi muerte
tendida, pero a tu lado.
Donde brillan los colores del arcoiris,
y el templo donde tu cuerpo yace
es magestuosa mansión de rosas,
cálido jardín donde las nubes nacen.

Y en ese lugar de ensueños
yo quisiera estar ahora
empapándome de vos
como tu sierva o señora,
libre ave por tus dominios
que con mágico canto
calmas las tormentas,
rehaces las estaciones.
Dibujas en el vivo óleo
la despedida de las tristezas
con renovado pincel
de tus ansias nuestras.

Que son tuyas y mías,
por favor quiero ir con vos
y olvidarme de mis días.
Ábrazame un rato así
aunque sea en la distancia.
Ahí estás para calmarme
y abrigar todas mis ansias
vibrando bajo las olas
de tu cabello encendido,
lanzar un abrazo sabor poesía
y mis manos en ese vuelo
largo que acaricie piel
que ruboriza y encanta.
Y te calmo,
como el oasis y la sombra
al cansado viajero.
El ártico no existe
por el deshielo de sus costas
ahora tomadas por cada verbo,
adjetivo y sustantivos
que de tus labios proviene.

Necesito ese abrazo,
ese abrazo poesía
de pieles ruborizadas
y también melancolía.
Necesito de tu calma
que va apaciguando la mía
coronándome de estrellas,
llenando mi alma vacía.

Acércate entonces,
que cada palabra que inspiras
te la devuelvo
en mar de besos y flores.
Una sola vida no basta
para abrazar tu alma
y llenarla de toda pasión
que tus brazos reclaman.
Y de esta manera tan suave,
entre sueños y metáforas
yo fui cerrando mis ojos
para fundir mi alma
en tu alma poeta.

Me estoy muriendo...

Y yo te socorro,
si hay que morir
que sea juntos.
¿ Morirías conmigo
o sólo se trata de un sueño
plagado de fantasías,
como somero producto
de una simple poesía?
Morir contigo es vida.
Si morir en vos es sueño, no quiero.
Entonces mejor vivir
para siempre estar juntos
en la realidad y los sueños.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Sembrando estrellas

Sabia naturaleza
respiran tus ojos.
El hielo que bajo tus pies
suspiró tus patines
regala sonrisas,
reflejo de las tuyas
ante cada aplauso
del público arrancado.
El tiempo multiplica edades,
desfallece fronteras,
trofeo de tu belleza.
Cada verso
que de ti emana
es pieza del dulce rompecabezas
que es descubrirte
palmo a palmo,
lágrima a lágrima,
y alas sembrando estrellas.

Romance en azules

Rinoa -- Adrian

La noche de los mamíferos
con el cuerpo de dos algas,
y el corazón marino de la seda,
empezaba en una habitación de lluvia.

Madre perla de caricias
fueron gotas de sudor resuelto,
y las olas de tu piel delfín
mar bravo arrecife de tus besos.

Surcando tu marea,
impedirte los brazos a llanto,
acudí a tu salitre,
muriendo en el arrastre del deseo.

Revivo con cada suspiro de tus manos
cuando el ocaso me lo como de tus dedos
y un Sol tardío me arroja a tus playas húmedas
perdiéndose entre las dunas de un aguacero.

Tu piel en mis manos aprisionada,
velero de rápido vuelo en mis labios atrapado
tu pecho y espalda, sábanas en movimiento
que alzan el color de cada poro sediento.

Quedamos en la profundidad del éxtasis,
silencio respirable de habitación en arcoriris
sobre mar fundido por nuestras manos y labios.

Repiqueteábamos en la ventana
con el aliento de nuestros cuerpos cansados
y el vicio cual espuma sin rostro.

Navegando por tus aguas profundas
naufrago en tantas locuras incesantes
y dejo en tus muslos dulce tatuaje.

Cabalgando vida cual eternos delfines
rompimos mar en tormenta insaciable.
Se envidiaron risueños la sal y el azúcar,
amaneció la lujuria que ató dos vidas
y los gemidos dibujaron constelación de besos
absorbiendo el azul de los océanos.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Flor del hielo

Hay una brisa triste
perdida en tus ojos,
feliz navegas por tus versos,
palabra fruto de tu pecho.
Deslumbra la imágen
que compartes,
reina del hielo,
figura de tus sueños
acomodada en cuanto dices.
No sé si al final
de tus manos hay un arcoiris,
quizás solo señal de tránsito
que avisa nuevo destino,
mas cada tarde,
en que burbujas de tu corazón
inundan tu vital espacio,
arrancas un broche
para dejar abierta
la piel donde el mar descansa.
Todo es dar vuelta
sobre sí mismo,
tocar el techo del cielo,
suspirar de espaldas al mundo
soñando cada día esa palabra
que retorne vida a tus ansias
y florezca el tallo fértil de tu sonrisa
con cada esperanza.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Meteoro

Párpado sobre párpado,
ojos vida besando,
el último vagón que nos queda
asomó su rostro a las seis en punto.
Y corrimos, dedos de manos una,
sombra alojada en parietal de suspiros.
El sobretodo que dejé en tu sonrisa
marcó el calendario soñado,
vacaciones del lago cósmico
de tu vientre en que navego.
Los cometas rodean tu órbita
de gravedad infinita,
cuarta dimensión en tus labios.
Desconfío de la brisa etérea,
sucumbes ante mis palabras,
rompemos la barrera del sonido,
la carne es felicidad de caricias
y el meteoro de pies alados
estremece mundos,
conservación de nuestra especie.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Los olvidados

Alcantarilla de vida
hogar de ratas rojas
un silencio interrupto
juerga de aguas negras
bajo las patas cortas.
Fétido oxígeno sin luz
en el aire reciclable
la gota esmera su caída
sobre el ladrillo roto
y la reja corroída
sin espejos salvo
el ojo de vidrio perdido
rodando cuesta abajo
del musgo prendido.
Criaturas del subsuelo
feudos de oscuro paraíso
sin reyes ni mendigos
comunión de olores verdes
corona gélida ausente.
Galería de huesos mustios
pasado sumergido fúnebre
cada quien sobre alguien
estratos de vida apagada.
Túnel hacia los depósitos
finales de ciudad ruidosa
paredes goteando las horas
sucumbe historia desconocida
cerebros licuados en la fosa
destino de los olvidados.