No quiero tumba ni epitafio,
solo polvo en el aire,
diluirme en la atmósfera
de los lamentos tardíos.
Detesto ser desembocadura
de lágrimas ciertas e hipócritas,
espejismo de una noche,
anticipación de testamento.
Mariposas nocturnas
cubrirán mis faltas,
cómplices de Luna fría,
y con el Sol, resabio
de días perdidos en la memoria,
ser esa partícula que se respira,
alojarme en un pulmón
para seguir sintiendo vida.
Solo si tan solo
-
Divaga sobre mí el resonar de tus palabras
en un sinfín de peros, paras, porques
que me turban y perturban.
Me ensordece el grito que mi boca calla
para...
Hace 9 años
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