Sírvase el vino sobre tu roja cabellera
en predicción del verbo que te adora
y cada mañana que es historia nuestra.
Llevo como bandera el sol de un sueño
y tus ojos sumergidos sílabas de mi escudo,
camino del abrazo tomado pensándote
himno de inocencias y del silencio abrigo.
Nacerá en mi piel la rosa azul deseada
y seré tierra fértil, isla en tu mar tranquilo
descanso de miles de mariposas viajeras
anunciando la llegada de tus estaciones.
Mi fe predica el amor a tu luz vívida,
hálito de oasis vibrante en mis desiertos
que en tus labios encuentran el templo
donde adorar cada palmo de tu existencia.
En ti los sueños son realidades presentes
cual manos tuyas en mi alma ternura tejiendo.
No existen las despedidas, quizás una pausa,
un hasta luego de espinas punzando el recuerdo,
las horas conviven en ríos de cama vacía,
letargo de sonrisas añorando tus palabras.
Hoy estoy en el aire disperso cubriendo
las distancias en vuelo de tempestades,
revives la confianza de siglos en mí vacía,
rescatas del pasado mi cuerpo cual pecio
hundido en los abismos de los sentimientos.
Entonces cómo no ser todo cuanto predico,
cómo no respirar y ver más azul al cielo,
marcada está la estrella que me despierta,
la esperanza que viaja de tu mundo a mis alas.
sábado, 25 de octubre de 2008
De tu mundo a mis alas
Un delirio de Adrian en 0:45
Poemario: Desde el ocaso del alma, Despertares, Flor del hielo, Somos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario