Sumergible la palabra
que desemboca
en mis paredes de tiempo,
no se cobija la sombra
tras el voraz minutero
perdiéndose todo reflejo
sobre las arenas
de mis desiertos
sin caravana de dolientes.
Estremezco un pétalo
abrazado a mis hombros,
otoño en sepia de un día,
manipulación de nubes
ahuyentando la llovizna
que humedeció mis pies
en el paisaje de un grito.
Sin más compañía
que jardines secos
la naturaleza muerta
cruje pesada en mis oídos,
cada paso es quebradizo,
una melancolía se arrima.
Es distancia de la opulencia
del hastío sin sentido
rasgando el labio robado
y el cuerpo orgásmico.
Buscar el espacio,
el vacío galáctico
y las luces sin destinos,
todo radica en la muchedumbre
de ausencias probadas
y árboles sin corteza
adueñándose de los segundos.
¿Qué será del mar contenido?
Una frase hueca
sobornando las tardes sin nombre,
al final la nada,
la mirada sin sonidos.
sábado, 25 de octubre de 2008
Muchedumbre de ausencias
Un delirio de Adrian en 0:23
Poemario: Desde el ocaso del alma, Despertares, Somos
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