Conozco una muchacha que dominó al viento.
Con sus palabras cabalgaba sobre el abecedario de la brisa,
y el murmullo de los silencios se sometía a la luz de su risa.
Conozco una muchacha que caminaba sin tocar el suelo.
Sus anhelos felices danzaban sobre una nube de pasados,
un cielo atrevidamente azul nunca juzgó sus locuras.
Conozco una muchacha que fabricaba sueños.
La vida le es esa mano favorable en un juego de naipes,
y un castillo se eleva por sobre sus manos blanco eterno.
Conozco una muchacha que se reía de los espejos.
Su imagen atrapada en la luz de un reflejo atisbó el vacío,
lo demás se quedó en ella, lugar ideal donde encerrar belleza.
Conozco una muchacha común y corriente, igual a todas.
De cabellos oscuros, grandes ojos cual los míos nada pequeños.
Conozco una muchacha...
y me quedo sin adjetivos... no más sinónimos salvo ella misma,
todo cuanto de hermoso recuerdo ahora y en su ser redunda.
martes, 14 de agosto de 2007
Muchacha
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