Las metáforas intranquilas dormirán dentro de una semana... para no volver y tal vez algún día renacer cuando despierte aquello que ha quedado en lo profundo

domingo, 26 de agosto de 2007

El zapato viejo

Tengo un zapato viejo que me sigue a todas partes,
testigo de mis locuras, escriba de mis lamentos.
Si estoy en el baño me alcanza el jabón,
cuando miro a la deliciosa vecina
se encarga de silbarle bajo el vestido.
Tengo un zapato viejo que me sigue a todas partes,
zapato gastado, vivo y con pensamientos.
Pinocho es su héroe favorito,
cuento que le leo todas las noches.
Tengo un zapato viejo que me sigue a todas partes,
compañero de tardes lluviosas,
siempre escapando de los perros.
Tengo un amigo, un zapato viejo, me enseñó a bailar
y a cortar flores, tiras piedras a las pandillas,
a correr cuando era el momento.
Tengo un zapato viejo que me sigue a todas partes,
me aburro de tanto verlo, ensucia siempre el piso
no admite un cepillo, el simple trapo que lo limpie,
es de costumbres tan viejas como sus cordones.
Sin embargo me encanta este viejo amigo
que con su mal olor me acerca las mujeres.

No hay comentarios: