Te pensé distante como el Sol,
en riveras añejas extrañándome.
Cuán grande la tardía comprensión
del cierre de tus fronteras
a mis palabras, al vacío relegándome.
La realidad es un pozo incoloro, profundo,
locuaz transparencia del tiempo perdido
agujero negro de mi poesía y metáforas.
Sin más legado que mariposas grises
el mar no es suficiente para ocultar
las ruinas de tus monumentos.
Los relojes no se detienen,
las velas persisten luminosas consumiéndose,
te detuviste en la página del prólogo
sin más deseos que tu curiosidad adolescente.
Cierro los ojos a tu piel de nieve,
tu voz de lira y tus cabellos encendidos.
La vida no espera por mí, tú, nosotros,
menos por sueños de papel.
Solo si tan solo
-
Divaga sobre mí el resonar de tus palabras
en un sinfín de peros, paras, porques
que me turban y perturban.
Me ensordece el grito que mi boca calla
para...
Hace 9 años
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