Moribunda sinapsis lunática
se aloja cerca del parietal derecho
donde la bala crucificó huesos
y cada astilla santuario sangriento.
Es el coma de ojos abiertos,
de sonrisas hegemónicas y crueles,
porque donde el diafragma se detiene
un quejido es un suspiro
y cada palabra jeroglífico nuevo
que desnuda tu sexo hiriente.
Rapto de la cabellera ajustada,
vacío de órganos silentes
palpìtando sobre mesa ajena
y cuando el impulso llega
la química de una dendrita oscurece,
reflejo involuntario de cada imagen
muriendo en el cortex,
así de lóbulos sin luz,
ni drogas rehaciendo noches
se pierde visión que te duele.
Amagar una lágrima,
recoger la bilis expulsada
cuando el corazón no palpita
y sobre el suelo se pierde el iris
en neblina que de a poco
va borrando tus pasos
cuando fuiste espalda alejándose.
Solo si tan solo
-
Divaga sobre mí el resonar de tus palabras
en un sinfín de peros, paras, porques
que me turban y perturban.
Me ensordece el grito que mi boca calla
para...
Hace 9 años
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