Las metáforas intranquilas dormirán dentro de una semana... para no volver y tal vez algún día renacer cuando despierte aquello que ha quedado en lo profundo

lunes, 8 de octubre de 2007

Créeme

Créeme cuando digo que hoy es un día especial,
que no importa el horario de trabajo,
ni las tareas pendientes, la merienda o el almuerzo.
Créeme cuando digo que es importante que hablemos
sin importar el parte meteorológico,
ni los avisos del cierre de carreteras,
ni la caída de la bolsa de New York o Londres.
Créeme cuando digo que el día no existe si faltas,
que el aire deja de ser respirable sin tu perfume,
que la caída del sol es lúgubre si me faltan tus nubes,
y el mar es agua turbia si faltan tus ojos azules.
Créeme cuando digo que la noche es larga si no existes,
que la ausencia temprana de tu cuerpo enfría rápido las sábanas,
que el cepillo de dientes jamás conocerá de boca tan dulce,
y mi almohada extraña el reposo de tus cabellos.
Créeme cuando digo que en la distancia no tengo consuelo,
que los bares son solo lugares de mesas vacías,
que en las playas solo distingo mis huellas y al lado las tuyas,
y el chat único jardín donde encontrar tus besos.
Créeme cuando digo que te amo más que a mí mismo,
que eres Sol y yo astro que dibuja eterna órbita sublime,
que eres Luna, estrella, cometa, asteroide, planeta, vida,
y después de tanta palabra solo deseo que te cases conmigo.

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