Sorteando palabras de un recuerdo
tu nombre queda en cada beso estampado.
El paso de los segundos siglos
afloran en eterna receta para el no olvido
y la cacería de mis aventuras
inventaba pasados en que no fuiste mía.
Buscando amores fugaces
dejé una huella de rostros llorosos
que estatuas de sal fueron
en la centuria de mi nueva vida.
Así sobreviviste como palabra
de mis días felices, de mis noches únicas,
divina criatura que con amor me doblegaste.
sábado, 8 de septiembre de 2007
Divina criatura
Un delirio de Adrian en 9:46
Poemario: Desde el ocaso del alma, Despertares, Flor del hielo, Somos
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