Entraste en mi vida,
poco a poco,
cual mágica miel
del panal de tus besos.
Desde que te conocí
solo vivo rodeado de luz,
con el abrazo de tus ojos
y la sonrisa de tus párpados.
Cada encuentro casual
se transformó en cita,
las carcajadas que te robé
alumbraron la noche
cuando en tu puerta me despedía.
Así pasaron los días,
caminando por nubes tiernas
llevado de tus manos,
y la noche que nos entregamos
salieron estrellas nuevas,
la Luna iluminó tu rostro
con lágrimas felices.
Entraste en mi vida,
intercambiamos el corazón,
y aún hoy, sin tenerte en vida,
escucho el amor de tus latidos.
jueves, 11 de octubre de 2007
El amor de tus latidos
Un delirio de Adrian en 7:47
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2 comentarios:
Este me parece sencillamete natural y precioso, sencillo pero complejo, amor a raudales y tan lindo expresado...
chapeau poeta, te admiro
RINOA
Hola RinOa, un gran amor me inspiró estos versos, historia que no se olvida. Un placer que te haya gustado, el amor es belleza. Besos.
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