Sé de un cielo que cubre mis manos
y una melancolía que lleva mis alas.
Vuelo sobre tus palabras sabor a viento
vendaval de vida pasada.
Tus párpados reflejo de un ayer que no conozco
es lienzo donde mi desnuda imaginación posa,
quedas entonces a merced
de mis caricias distantes
y una espina marca la nube donde nos pertenecemos.
El reloj que llevas dentro de tu pecho
solo marca las horas de un pasado que no olvidas,
entonces callo tu nombre en el mejor de mis días
lanzando los versos que te despierten de tus lamentos.
domingo, 16 de septiembre de 2007
Sé de un cielo que cubre mis manos...
Un delirio de Adrian en 5:54
Poemario: Desde el ocaso del alma, Despertares, Somos
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