Hay un vacío de ti que aguarda
dentro de mis epiteliales.
El bosque que plantaste
fue leña en mi incendio,
voraz llama que arrasa
con la serenidad ilusoria
de mis últimos años.
Posar mis ojos en el mar
de olas tan verdes
como todo cuanto sé de ti,
es descansar en el vaivén
de mis sosegadas palabras,
dejar atrás la muchedumbre
y raptar tu imagen lejana.
Harto difícil es caminar
sobre la eterna esperanza
de ir manos tomados
por la feliz avenida
de nuestros sueños.
Y me entrego a mi futuro
con las ansias de nunca
en pos de construir mi vida,
te conviertes en flor ávida
de mis labios mojados
tatuando en mis brazos
la cuenta regresiva
de nuestro encuentro.
martes, 13 de noviembre de 2007
Cuenta regresiva
Un delirio de Adrian en 21:24
Poemario: Flor del hielo
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